miércoles, 25 de noviembre de 2009

Visita al dentista



En mi casa nunca se ha tenido mucha afición por visitar al dentista, ya sé que todo el mundo sabe que una visita al año debería ser una obligación, pero la gente lo va dejando dejando... y yo lo he ido atrasando 26 años (no os asustéis). Hace dos años fui por primera vez al dentista de la seguridad social para que me viese y terminaron quitándome las cuatro muelas del juicio en el hospital de Torrevieja un año más tarde, pero no ha sido hasta hace una semana que fui por primera vez a la consulta de un dentista de paga para hacerme una limpieza de boca, y me enganchó para ir esta misma semana de nuevo a arreglarme un diente que tenía un poco tocado de un golpe que me di hace más de 10 años y para hacerme un aparato que se llama célula de descarga, o algo así, que cuesta alrededor de los 200 euros y que sirve para no desgastar mis dientes mientras duermo, ya que por lo que parece, muerdo mucho mientras sueño y eso hace que mis dientes se hayan desgastado, pobrecito ellos.

La verdad es que estoy muy contenta con todos los servicios que he pagado y os aconsejo el haceros una limpieza de boca y un blanqueamiento dental para poder tener la sonrisa de los famosos de la tele.

La limpieza de boca no es nada dolorosa pero sí molesta, están un buen rato raspando la suciedad acumulado de año tras año entre tus dientes, lo conocido como sarro, y limpiándolo todo bien con agua a presión. Con el blanqueamiento dental se eliminan las manchas y coloraciones de origen extrínseco o intrínseco.

Para terminar, una frase que me dijo la dentista en cuanto salí de la consulta y que me gustó mucho: ¡Ahora... a sonreír! Así que ya sabéis, dientes que es lo que les jode, jeje.

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